a la luz de la luna, o en plena oscuridad.
Llenaría tu piel de caricias y mis manos de tu piel.
Hablaría a tu mente de mis deseos por tu amar.
Para no quedarme sin la dulce sustancia de tu miel,
Calentaría un cuenco para volcar tu mirar
Y a cucharadas comería de la seda de tu piel
Y amaría tu boca con sabor a sal del mar.
Te daría un beso en la madrugada sin edad…