Para llegar hasta mí, escucha mi corazón,
tiene deseos de amarte y de no sentir dolor.
Pon atención por si late mi maltrecho corazón,
que tenerte cerca anhela, para no sentir dolor.
Para llegar hasta mí, sigue a la luna que brilla,
para que cuando me busques, me veas desde la orilla.
Y si no alumbra la luna, en la fase que está nueva,
sabrás que te espero, amor, acurrucada en mi pena.
Para llegar hasta mí, sigue los rayos del sol,
harán brillar a tus ojos y a tu ardiente corazón.
Y si te ciega su luz, y no alumbran tu camino,
te diré que estoy sentada muy cerca de aquel molino.
Para llegar hasta mí, sigue el agua y su corriente,
yo te colmaré de besos si apareces de repente.
Y si están secos lo ríos, los arroyos y las fuentes,
sigue buscando hasta el mar,
allí mismo encontrarás a mi corazón latente.
Para llegar hasta mí, sigue el vuelo de las aves,
que recorren todo el cielo, el mar y ríos caudales.
Y si me encuentras dormida, entre las aves en vuelo,
no me despiertes amor, que paseo por el cielo.
©Chelo Álvarez.