Siempre que me busques en tu corazón, en tu interior, como semilla que espera para crecer con tu consentimiento, con tu abono perfecto que es la fe, estás generando un futuro hermoso de paz, equilibrio y felicidad.
Cuando lo hagas saldré de ti al crecer en tu interior con la realidad buena, porque primero pacifico tu interior, luego tu cuerpo y tu entorno para que disfrutes el todo.
Te daré equilibrio, porque serás equilibrio de energía infinita de amor en vinculación con el infinito universo y cambiarás tu futuro para que conjugues con él en el infinito.
Te daré felicidad, porque serás el todo para vivir y tus logros serán totales.
Los cambios serán corporales, físicos, de tu entorno y sobre todo disfrutarás lo que recibirás.
Te transformarás en ejecutor de cambios.
Serás jornalero de tierras firmes, porque sembrarás semillas, no solo en ti, sino en el prójimo y trasmitirás tu inercia a los seres queridos que te rodean.
Fíjate lo importante que eres para ti y el prójimo, por eso ámame, ámate, ama al prójimo y verás como tendrás lo que te he explicado.
Todo hace al todo y tu oración es el artífice de tu realidad buena.
Pídeme hoy: “Señor te pido que me des el Don Divino de amar a Dios, al prójimo como a mi mismo y así pueda amarme tal como soy en este estado presente, para que me des la bendición divina de la sanación de mi cuerpo y de la de mis seres queridos. Te pido que renazcas en mi corazón y en el de los que hoy sufren el dolor, la angustia, el desamparo, la humillación, el acoso, la muerte en sus entornos, la angustia de las armas, los que hacen apología de la muerte y dame la verdad para acompañarte en mi sanación. Te pido por todos los líderes del mundo, para que renazcas en sus corazones y cambies sus pretensiones de ambiciones desmedidas. Te dejo así esta carga pesada de ver como pocos dominan al mundo con la ambición del poder y la propia en ellos mismo. Dale a los niños el poder del cambio y acude a los que hoy sufren este presente. Dale a los niños la verdad para que crezcan y cambien esta desmedida irrealidad de reparto de riquezas y de bienes.”
Eres ahora el poder del cambio y la Eucaristía Divina del amor si está en tu boca te da todo lo que le pidas.
María, mi Madre, acompaña tu realidad.