Te escribiré un poema como el azul del cielo,
que puedas admirarlo desde el inmenso mar,
con sus aguas de nácar que se ondulan serenas,
con peces de colores que te harán soñar.
Y al mirar ese cielo desde tus esmeraldas,
transparentes sonreirán las nubes de algodón,
que te arrullan muy suaves como mantas de armiño,
y calientes se acercan hasta tu corazón.
Al sentir ese arrullo, me acercaré sigilosa,
a besarte con mimo, desde mi corazón,
fundiremos los cuerpos con deseos de amarnos,
y uniendo nuestras almas ya no seremos dos.
Vestiremos el cielo con collares de besos,
con lirios de colores, como primavera en flor,
con abrazos dormidos de sueños, y de anhelos,
con manos enlazadas, engarzadas de amor.