SIN MIRAR ATRÁS
¿Por qué este nuevo amor me reconoce derechos que yo no he reivindicado? ¿Por qué resucitar lo asesinado, para que nuevamente nos destroce?
Deja que te anexione y me alboroce sin mirar hacia atrás; tan arraigado quiero tener tu nombre en mi costado, que por otro ni exulte ni solloce.
Si la voz del recuerdo despertara, que grite en la tiniebla en que se ampara; neguémosle la antorcha y el oído.
Piérdase su clamor en el desierto; tú conmigo estarás a cielo abierto, y escucharé tan sólo tu gemido.
Hidalgo Alvarez
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