Esta pareja de ancianos norteamericanos, de Iowa, Norma de 90 años y Gordon de 94, han sido de las pocas parejas que han cumplido a rajatabla el mandato matrimonial: amarse hasta que la muerte los ha separado.
Norma y Gordon habían cumplido 72 años de matrimonio, de feliz matrimonio, cuando a causa de un accidente automovilístico,tuvieron que ser hospitalizados. Ingresados en la misma habitación, Gordon falleció la semana pasada pasadas las 3,30 de la tarde cogido de la mano de Norma, que lo hizo una hora más tarde sin soltar la mano de su amado.
Certificada la muerte del hombre, el monitor seguía mostrando que tenía ritmo cardiaco. Era el de su mujer que se transmitía al aparato a través de las manos, antes de morir ella también una hora más tarde.