Será quizás la esperanza que nunca me abandona, o será que en medio de esta fragilidad que siento aprendí a ser fuerte desde adentro, no se, pero vivo la vida... con caídas y tropiezos, con errores a los que trato de remediar... con altibajos como todos... pero con AMOR por sobre todo.
A veces me sorprendo a mí misma sonriendo al descubrirme fuerte, a pesar de sentir que mi corazón es bastante frágil. Trato de ser optimista y así, de ese modo, con la rebeldía que llevo en mi interior, siento que me protejo, que ese optimismo es mi fuerza en los peores momentos, y el motor que me impulsa a seguir andando este camino de todos.
Los años no han pasado en vano para mi, pues me siento distinta, más mujer quizás... mas pendiente de mi yo, y de tratar de recorrer mi senda dando pasos en firme, pasos que se oyen a lo lejos...
Aprendí, y sigo aprendiendo de cada situación que se me presenta, todo deja una enseñanza y trato de recoger su fruto.
Hoy no necesito estar dormida para soñar y sentirme viva...
Miro a través del tiempo y noto mi huella, la que me hice yo misma, lo que sembré y conseguí por mis propios esfuerzos y eso me enorgullece. .
Sé que no soy perfecta, pero camino firme a pesar de cometer errores a mi paso... Sé que a veces no soy lo que se espera de mi, pero trato de disculparme ante todo y de salvar ese desperfecto. Veo cabezas que giran ante mi, y sé que se deslumbran por las sonrisas que las ilusiones pintan en mi rostro. Siento, a pesar de todo, que el viento está a mi favor...
Hasta los malos momentos esconden oportunidades, sólo hay que saber verlas y tomarlas... Nada malo es para siempre... todo llega y todo pasa... y tal vez suene a palabra de una loca soñadora, pero siento que es es el aprendizaje que me ha dejado esta vida que he tenido, mi camino recorrido...