Cuando ya no se desea avanzar,
al no tener la fortaleza,
para siquiera una angosta calle cruzar,
ni aún por lo menos, algo ordenar.
Los objetos en desorden gobernantes,
en pisos, armarios y sillones.
Mirar el desorden y no poder,
por mas que se intente arreglar…
El caos, que orgulloso reina,
en el hogar, la vida y el alma.
Solo queda algo por hacer,
cuando ya nada se puede lograr…
Cuando una esperanza no se puede retener,
cuando no hay mas fuerzas para luchar.
Cuando todo el propio mundo ha caído,
cuando argumentos no quedan;
con el viento se han ido.
Solo resta algo por hacer:
Elevar la vista al cielo,
y buscar al soberano Rey.
JAVIER R. CINACCHI