¡¡¡Mi amorosa, mi adorada Karitza!!!
¡¡¡Cuánto he sentido esto que le pasó a Gregorio, amiga!!!
Pero, debemos aceptar los designios de Dios, desgraciadamente,
cuando nos llega el momento de ir con Él, nos debemos resignar
a ese destino; sé que se hace muy difícil, especialmente para la
familia más cercana, y, máxime, cuando ocurre de pronto, así,
sin imaginarlo, sin darnos cuenta, sin tener ese tiempo para preparar
nuestro corazón y nuestra mente.
Quiero que le des un beso muy grande a tu hermana y a tus sobrinos.
¡Tú recibe mi más sentido Pésame, amiga adorada!
Ahora queda seguir hacia adelante infundiéndole ánimos a tu hermana, sobrinos
y a la familia de Gregorio.
¡¡¡Te quiero mucho, amiga querida!!!
¡¡¡Que Dios siempre Los Bendiga!!!
¡¡¡Un enorme abrazo!!!