La sinceridad
Creo que la sinceridad es una virtud cuya práctica nos hace mejores,
que revelar las verdades no avergüenza, todo lo contrario: estimula
la amistad, vence el egocentrismo, respeta a nuestro prójimo, lo hace sensible
a nuestras carencias, a nuestras equivocaciones, a nuestras debilidades...
En esta vida todos podemos equivocarnos, todos podemos tener nuestros
momentos opacos, tristes, indeseados... pero todos merecemos oír la
verdad, la sincera verdad del corazón de nuestro amigo, o aunque no sea
nuestro amigo, de nuestro conocido, de la persona que no le gusta esconder
la realidad, que no pretende tapar el sol con la mano, que se puede haber equivocado,
que se puede haber confundido, que la ira tapó su corazón con el velo triste de
la rabia, de la desazón, de la agresividad...
Y cuando esto pasa... la otra persona sufre porque no puede sentir el cariño
que pensaba le tenían, que se engañó con algo que para él era muy importante:
la AMISTAD VERDADERA, esa amistad que no pretende que el otro sea
perfecto, que lo acepta cómo es, con sus virtudes y sus defectos...
Pero la sinceridad, si se sabe colocar en el momento justo, sin herir, sin hacer
sufrir, sólo mostrando una realidad normal, esa realidad que nos hace perfectamente
humanos, reversibles, comunicados, con la verdad a flor de piel... esa sinceridad
es hermosa, nos muestra tal como somos, sin odios, respetando al otro ser, aunque
creamos que el otro ser no nos ha respetado:¡podemos equivocarnos, sí señor,
podemos sentir cosas que, con el tiempo, descubriremos no eran así, como lo
pensamos, como lo sentimos en esos instantes lejanos, en que teníamos una venda
cubriendo nuestros ojos, nuestros oídos, nuestra piel, nuestra alma...!
Esa sinceridad es algo que nuestra personalidad tiene, o no, pero si es así,
podemos adquirirla, podemos cambiar nuestros propósitos, nuestras actitudes,
nuestra desconfianza, nuestros malos pensamientos, nuestras resoluciones
negativas, que nos hacen mal, que penetran muy profundamente en nuestro
ser y lo amargan, lo resquebrajan, lo malogran...
Esa sinceridad que yo siempre tuve ¡siempre! hace que me guíe a escribir
todo esto, hace que mi corazón muy dolorido se exprese de esta forma,
porque esta es la casita de mis Sueños y en ella no puede haber omisiones,
no puede florecer la injusticia, no se puede matar al amor que siempre se
ha sentido, que siempre se ha valorado, que siempre nos ha hecho felices...
Aquí no! aquí la verdad debe florecer en un jardín verdadero de amor, como
siempre lo fue, o creí que lo fue.
Seamos sinceros, generosos, caritativos, amigos en las buenas y en las malas,
como debe ser, como siempre creí que era...
¡¡¡Los amo con todo mi ser!!!
Y estas palabras nacen de un alma herida, de un corazón destrozado,
de una persona que sufre, que no puede creer lo que le está pasando...
¡¡¡Un beso enorme que nace de mi sincero corazón!!!
Graciela
martes 26 de junio- 11:42 pm