Comparto este poema de una gran amiga mia....
Me gusta pasear en noches como esta. No hace frío…o yo no lo
siento, que viene a ser lo mismo.
Lo hago desde niña: paseo cuando no hay nadie a mí alrededor y
todo lo que puedo escuchar se reduce al sonido del viento y los ruidos de la
noche cuando todo el mundo duerme.
Puedo sentir desde la caída de la hoja más pequeña de cualquier
árbol, hasta cada uno de mis pasos seguidos por Pipo olisqueando cada rincón.
A veces me paro a mirar el vaho que desprendo al respirar, y
aunque aún no he descubierto porqué, me gusta.
Me gusta el invierno, me gusta la noche y me gusta pasear en
soledad envuelta en silencio e inmersa en mis pensamientos.
De vez en cuando me paro, cierro los ojos y me limito a sentir.
Abro los brazos y me empapo de la nada que tanto me llena: el viento me
envuelve y me lleva lejos de dónde estoy, y durante un pausado instante que se
torna infinito, me doy cuenta de que todo lo que me importa, por momentos, me
deja de importar.
Todo es importante y al mismo tiempo todo me da igual.
Todo me llena y al mismo tiempo nada es suficiente.
Todo me llega y al mismo tiempo nada me alcanza.
Todo me duele y al mismo tiempo nada me puede dañar.
Toda
la nada fundida en mí misma…y yo fundiéndome entre nada mientras me lleno todo