Historias reales:
El policía y el mendigo
Debido a su acto de caridad, un policía
neoyorkino que obsequió unas botas y unos calcetines a un indigente en una
noche muy fría, se ha convertido en una celebridad en Internet. Lawrence
-Larry- Deprimo se hallaba de guardia en los alrededores de Times Square y se
percató de que los pies de un mendigo estaban llenos de ampollas. Consideró que
haciendo tanto frío debería comprar botas y calcetines para aquel hombre que
sentado en la banqueta tenía el rostro demacrado.
Jennifer Foster, directora de
comunicaciones de Seguridad Pública de la División de Comunicaciones de la
Oficina del Sheriff en el Condado de Pinal, Arizona, que observaba la escena
junto con su esposo, se hizo pasar como una turista y sacó la foto sin que lo
advirtiera el agente. Envió la imagen a la Policía de Nueva York, que decidió
publicar la instantánea en su página de Facebook. El resultado: más de dos
millones de internautas han visto la foto; 540.245 han pinchado en 'me gusta'
en Facebook, se han generado 420191 comentarios y 198.102 usuarios han
compartido el contenido (estas cifras seguro que ya están largamente
superadas). La noticia ha dado la vuelta al mundo en muchos diarios y en blogs
de internet.
"Fue el hombre más amable que me he encontrado",
declaró el agente de 25 años. "¡Reaccionó como si le hubiera regalado un
millón de dólares!".
El policía le ofreció un café caliente y trato de ponerle los
calcetines, el indigente lo agradeció pero se los puso él mismo. Deprimo
regresó a su puesto muy satisfecho de su buena acción. Jennifer, quien tomó la
fotografía, escribió en Facebook: "Es lo que más me ha impresionado en mi
vida".
El agente no da crédito a que se haya
vuelto famoso por este acto de caridad (pues nunca advirtió que era
fotografiado) y dijo así: "Yo tenía dos pares de calcetines de invierno y
aun con mis botas de combate mis pies estaban todavía fríos. Estaba parado en
West 44th y Broadway y oí reír a alguien (se reían de un hombre sin hogar,
descalzo sobre el pavimento congelado)... Vi las ampollas en sus pies... Me
acerqué a él y le dije: '¿dónde están tus medias, dónde están tus zapatos?' Él
respondió: 'no hay problema, oficial, yo nunca tuve un par de zapatos' ".
Mientras unos se reían del indigente
este buen oficial practicó la caridad cristiana. Cristo dijo que todo lo que
hiciéramos por nuestros hermanos -en nombre del amor de Dios-, a Él mismo se lo
haríamos. Ese buen policía supo ver a Cristo en su prójimo.
"Bienaventurado, porque tuve frío y me cubriste", le
dirá un día el Señor.
¡Ojalá estas sencillas noticias aparecieran más seguido en lugar
de tantas que hablan de la maldad del ser humano! El mundo sería bastante
mejor...
Quizá tú, esta Navidad, podrías hacer algo semejante. Cristo
seguramente se te hará presente en la persona de algún hermano necesitado.
Material de internet