¡Dios está con nosotros, Él habita entre nosotros!
Por su gracia vivimos ahora en luz...
La visión de aquel humilde pesebre, engalanado por la luz cristalina
de la estrella, nos remite a la más sublime y clara revelación de Dios:
Su hijo Jesucristo. Con Él, el Padre estaba interviniendo en la historia,
dándole un giro a los hechos de tal forma que el cielo y la tierra
tenían motivo para regocijarse.
Navidad es, entonces, tiempo de alegría y celebración.
Pero, ¿Qué es lo que celebramos? Ciertamente lo que celebramos
es que Dios está con nosotros, habita entre nosotros
y ese hecho portentoso cambia nuestras tinieblas en luz
y nuestra angustia en esperanza.
¡Gocémonos y alegrémonos por la dulce realidad de su presencia!