¿Te has fijado que durante el proceso de transformación las mariposas
están solas? A veces nos preguntamos por qué hay gente a nuestro
alrededor que parece que no se dan cuenta de lo que estamos pasando.
Es como si Dios tapara sus ojos y oídos para que no lo vean porque Él
desea que solo dependamos de Él. Él quiere toda nuestra atención para
que veamos lo que está haciendo en nuestro interior.
Nos está transformando para que no dependamos del hombre, ni de las
circunstancias, sino de Él. El Espíritu Santo que vive en nuestro interior
nos está cambiando. Acuérdate de que tanto Jesús como Juan el Bautista
fueron renovados en su espíritu cuando estuvieron en el desierto y, como
resultado, salieron fortalecidos en su interior:
“Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos
hasta el día de su manifestación a Israel” (Lucas 1:80).
“Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama
por toda la tierra de alrededor” (Lucas 4:14).
Cada vez nos damos más cuenta de nuestra necesidad de desarrollar una
relación íntima con Dios para que Él sea nuestro amor y pasión.
Tomado de la Red
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