¿Recuerdas? Mi alma se encontraba tan inquieta Que entonces una carta te escribí Con los versos de Bécquer el poeta Que hablaban del dolor clavado en mí Recuerdo que te hablaba de ciertas golondrinas Que irían a tu reja sus nidos a colgar De aves juguetonas llamando cantarinas Con golpes insistentes sonando en el cristal Y muchas que hasta el vuelo de pronto detendrían Para ver tu hermosura y mi dicha sin par Y aquellas golondrinas que ya nos conocían Muy triste te decía: “Ya no han de regresar.” Y te hablaba también de madreselvas Que las tapias vetustas del jardín Subirían dejándolas envueltas En fragancias y pétalos sin fin Pero aquellas que tanto contemplamos Bañadas de rocío florecer Aquellas que tocaron nuestras manos “Tampoco”, te decía, “han de volver.” Y en el verso final de la poesía Al hablar de mi gran amor por ti Te hablaba de que nadie te querría Jamás, con el amor que yo te di. Ese verso final, has de saberlo A la par es promesa y profecía ¿Por qué? Porque fue mi amor sincero Y a la vez fue muy grande tu falsía
|