AUNQUE HAYAS FALLADO, PECADO, o cometido cualquier grave error,
es verdad que las consecuencias malas son inevitables,
el fruto de la mala semilla que hayas sembrado,
PERO EN CRISTO HAY SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE,
UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA ser transformado.
LA MALA SEMILLA, Y EL MAL FRUTO NO, NO, NO,
TE PUEDEN SEPARAR DEL AMOR DE DIOS,
aunque a muchos no les guste y te quieran ver tirado en el suelo..
HAS FALLADO, pero tu linaje y tu identidad siguen siendo los mismos
ERES UN HIJO, HIJA, DEL TODOPODEROSO DIOS...
Identidad sellada en pacto de sangre,
promulgada por la Palabra de TU PADRE y puesta en acción por tu fe.
CREELE A TU PADRE, EL TE DICE SONRIENDO: