Nuestra mente es al mismo tiempo
emisora y receptora. Si emitimos pensamientos positivos otras
mentes receptoras los recibirán. Será un canal fluido de
intercambio. Si por el contrario emitimos pensamientos
negativos, otras mentes los recibirán. Será otro canal fluido de
intercambio, pero negativo. Cuando observemos que un
pensamiento obsesivo empieza ser embrionario, antes de que
se desarrolle formando una enorme bola de nieve, debemos
cerrarle el paso para que no se desarrolle, dando acceso a
otros más saludables.
Dominar la mente es esencial, porque sin ese dominio se
comporta como un caballo desbocado indomable. También
resulta muy conveniente que de vez en cuando sepamos
mantenerla en silencio. Para ello existen diversas técnicas de
"meditación" que ayudan a conseguirlo.
L.V.R.
by Graciela
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