Cuando empiezo a trabajar en mí mismo, a veces las cosas empeoran antes de mejorar.
Está bien que así suceda, porque es el comienzo del proceso.
Así deshago los viejos nudos.
Me dejo llevar por ello.
Hace falta tiempo y esfuerzo para aprender lo que necesito aprender.
No me exijo un cambio instantáneo.
La impaciencia no es más que resistencia al aprendizaje.
Significa que quiero llegar al objetivo sin pasar por el proceso.
Me permito recorrerlo paso a paso.
A medida que avanzo se me hará todo mucho más fácil.
Hoy Yo doy gracias a Dios y el Universo por darme la gran oportunidad de poder cambiar,
para aprender, evolucionar, madurar en todos los sentidos y aspectos,
y así Ser mucho mejor y poder compartir con las demás personas.
NAMASTÉ.