A Dios, a mi esposo y a mis hijos, agradezco el que sean
mi razón, mi motivo, el motor que me inspira día con
día a seguir luchando por ser una mejor hija de Dios.
Sin olvidar el maravilloso ejemplo con el que hasta la fecha,
nos bendice el testimonio de amor de mi Madre.
Precioso Gra. Gracias.