Hacernos la idea de que no vas a estar más con nosotros no es fácil, no y no… Sólo lo iremos viviendo en cada instante, en el día a día, mes a mes, año a año.
Te amé y te amo, por eso tu partida me hace sentir tu ausencia y te recuerdo con dolor y pena. Acepto tu derecho a partir, a tu hora y sin mi consentimiento.
Acepto mi dolor al extrañarte y este enojo inexplicable, porque al partir me abandonaste.
Te extraño, y me parece imposible poder vivir sin tu presencia.
Porque te amé llegué a necesitarte; y ahora quiero aprender a amarte
sin necesitar tenerte a mi lado; quiero que mi amor no muera sino que madure y crezca.
Y aunque sienta que te necesito, sé que no te necesito
porque mi vida tiene su autonomía y su propia consistencia,
tan claramente como sé que viví antes de conocerte y que podré vivir cuando ya no te tengo.
Si decidiste partir aquí estoy para despedirte.
¡¡¡Te amo mi querida Christine!!!
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