¡ABRAZA!... ¡DÉJATE ABRAZAR!...
Una roca no es fría. Una roca tiene la temperatura que la naturaleza genera en ella. Es la temperatura justa, la de la resistencia. Pero tú o yo no podemos ser rocas; somos seres humanos. Por lo tanto, nuestra temperatura no puede ser la de una roca. Si nuestra temperatura fuera la de una roca, seriamos fríos. Si estamos fríos, es que algo ha pasado y estamos ...muertos. Vive, ama, genera calor... ¿No te llama la atención que tu cuerpo genera calor? ¿Y que ni bien mueres, empiezas a enfriarte? ¿Qué es lo que genera el calor en ti? ¿Piensas que solo es tu metabolismo? El alma, llamada "ánima" por los griegos, es justamente la que te anima, la que te da vida. Ningún cuerpo sin alma puede estar animado, puede dar calor. Hasta las plantas tienen su temperatura. Por eso, si estás “frío”, cambia, ponte en movimiento, acércate a otros para tomar el calor de quien quiera dártelo. Si estás frío, puedes pensar, pero serás solo un cálculo, una ecuación. Y mi maestro me enseñó una gran lección al respecto: Toda verdad necesita amor. Por lo tanto, podrás recitar discursos, escrituras, que si no tienen amor que los anime serán fríos, puras palabras calculadas con tu mente, sin la esencia misma. ¡Abraza!... ¡Mima!... ¡Acércate!!!... ¿A qué le temes? Sacude esa estructura que te hace sentir seguro. Estás totalmente vulnerable; no creas que la rigidez es un mérito. Cuando abrazas, cuando te acercas, cuando quieres dar tu calor y sentir el calor del otro, y vas más allá de lo sensorial y lo físico, hasta podrás percibir el alma. El alma tiene su temperatura, el alma da vida, anima tu cuerpo. Sin alma, tu cuerpo es una cáscara; es menos que una roca, y mucho más inútil y carente de belleza. No seas una roca. Nuestro Padre nos hizo humanos: ¡Demuéstralo en tu vida! Demuéstralo conmigo... Déjame que te lo demuestre... Permíteles a todos demostrarlo... Abraza... Déjate abrazar... Sacude tu rigidez... es una funda de miedo. Desconozco su autor |