Cada dia es un
regalo
Una anciana de 78
años, elegantemente vestida, bien perfumada, perfectamente maquillada y con su
cabello arreglado a la moda como acostumbraba estarlo cada día, se dirigía,
acompañada de un caballero, hacia un asilo que sería en lo adelante su
hogar.
Su esposo había
fallecido recientemente, lo que motivaba esta mudanza…
Después de muchas
horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente,
cuando se le dijo que su cuarto estaba listo.
Mientras se
desplazaba con su andadera hacia el elevador, le dictaron una descripción
detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su
ventana.
“Me encanta”,
afirmó, con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de entregar una
nueva mascota.
“Sra. Jones, no ha
visto el cuarto, espere”. “Eso no importa”, respondió.
“La felicidad es
algo que decides con el tiempo.
Si me gusta o no mi
cuarto, no depende de cómo estén arreglados los muebles, depende de cómo arregle
mi mente.
Ya decidí que me
gusta.
Es una decisión que
hago cada mañana, cuando me levanto. Tengo la elección; puedo pasar el día en la
cama, repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no
funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí
funcionan.
Cada día es un
regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los
recuerdos felices que he almacenado sólo por ésta vez en mi
vida.”