La hoja de oro
Ruben Dario
En el verde laurel que decora la frente que besaron los sueños y pulieron las horas, una hoja suscita como la luz naciente en que entreabren sus ojos de fuego las auroras;
o las solares pompas, o los fastos de Oriente, preseas bizantinas, diademas de Theodoras, o la lejana Cólquida que el soñador presiente y adonde los Jasones dirigirán las proras.
Hoja de oro rojo, mayor es tu valía, pues para tus colores imperiales evocas con el triunfo de otoño y la sangre del día,
el marfil de las frentes, la brasa de las bocas, y la autumnal tristeza de las vírgenes locas por la Lujuria, madre de la Melancolía.
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