LA MEJOR MANERA DE
AYUDARTE
Cuando alegras a
los demás,
no tienes manera de
evitar sentir alegría.
Enseñando a los
demás,
no puedes dejar de
aprender,
de manera profunda
y sustancial.
No puedes forzar a
nadie a comprenderte.
Sin embargo
intentando sinceramente comprender,
lograrás ser
comprendido.
La mejor manera de
lograr que tu punto de vista
sea aceptado no es
gritando.
Es escuchando como
sabrás de qué manera hablar más efectiva y
convincentemente.
La mejor manera de
ayudarte a ti mismo es ayudando a los demás.
Esa hermosa
paradoja es la base de la civilización en su forma más
maravillosa.
Cuanto más
positivamente afecte tu vida a los demás, más brillantemente se reflejará a su
vez en ti.
Si te sientes un
poquito deprimido, ofrece tu bondad,
tu cuidado, tu
tiempo y tu atención a alguien.
Y haciéndolo
levantarás, como mínimo, a dos personas.
Autor:
Desconocido
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