¿Cómo saber lo que tus ojos pensaban?
Un día la azucena en alba roja
dijo que se moría
y cumplió la vendimia de la nieve.
Se sucedieron las noches
las lunas triangulares y el llanto
agolpados cual marea enjuta
en tus pulmones
Nada tres veces nada
ni agua ni luz
La muerte asaltando los candiles
sombra de madera
en un cuarto del cual sólo se conserva
una cama de pies y ladrillos
Al quinto día salí a sentir la vida
a embriagar mis pies
con el sonido de la calle
Supe por otras voces
de tu empeño
Buscaste en el florero
en la alacena
la azotea
hasta en el aire
un rostro ajeno
a los tiempos
de equinoccio
Y te bebiste el llanto
y el llanto fue fuego
y al fuego
no lo pudiste quemar
Dicen que te brillaban los ojos
Digo que se te secaron.