Erase una vez una "gordita" que enamoró perdidamente a un muchacho
en forma y hermoso.
En la soledad de sus departamentos, en el auto en un callejón a oscuras
y en todos los moteles se hacían el amor.
Sin embargo, el nunca por un año la sacó a un parque, a comer o
simplemente al cine.
Ella lo escuchaba negarla ante sus amigos y se molestaba.
Pero cedía cuando escuchaba los te amo al oído, cuando sentía sus manos
o cuando sus labios la callaban cuando llorando peleaba.
Un buen... día la chica se cansó y eligió irse sin mirar atrás.
Pasaron seis meses de angustia donde
ambos en las noches se bebían las lágrimas e intentaron refugiarse
en otros cuerpos, pero de nada sirvió.
El chico no aguantó más el vacío en su corazón e invito
a sus amigos a salir. Allí en una mesa les dijo:
"Necesito que me aconsejen, estoy enamorado como nunca,
de una mujer excepcional pero no perfecta para los ojos de nadie."
Les confesó de quien estaba enamorado y ellos sorprendentemente
le aconsejaron que se olvidara de la gente y la buscara.
El chico se subió a su auto y voló a el departamento de ella.
Tocó la puerta y para su sorpresa encontró
una chica más esbelta, arreglada...
Más hermosa. Se arrodilló y pidió perdón. Lloró por horas sin parar
y ella solo le dijo...
"Lo lamento, mientras me fui porque no era lo suficientemente linda para ti,
llegó alguien a mi vida que en vez de salir corriendo y criticarme,
me enseño como alimentarme y durante varios
meses me apoyo a ejercitarme. Nunca me dejó sola.
Ahora tengo un hombre a mi lado.
Un hombre completo que vio lo mejor de mi. Que te vaya bien !."
Cerró la puerta y lo dejó allí sufriendo, igual que como ella lo sufrió
por eternas noches.
Moraleja:
"Si amas a alguien estarás orgullos@ de que todos lo sepan y
jamás lo/a harás sufrir."