No renuncio a tus besos a tus dedos acariciando mi piel, no renuncio a tus palabras cuando me vuelvo ostinada cuando te pido más y tu no me das nada.... No renuncio a esas fantasias, en tu cama o en la mía. No renuncio a beber de tu cuerpo de mirarte a la cara y decirte cuanto te extraño y te amo. No quiero renunciar a ti y sentirme culpable el no verte seria mi tortura, y el verte es mi agonía.