Juré no amarte,
porque al amor no quería aceptar.
Juré odiarte,
porque de hombres no quería escuchar.
Juré ser fuerte...
no me podía dejar derrotar.
Juré tantas cosas que no podría nombrar,
pero ahora sólo quiero jurar una cosa...
que nunca te dejaré de amar,
porque desde que te conocí,
mi vida ya no es igual.