Reconstruyendo el mundo
El padre estaba tratando de leer el periódico, pero el hijo pequeño no dejaba de molestarlo. Ya cansado de eso, arrancó una hoja —que mostraba el mapa del mundo—, la cortó en varios pedazos, y se los entregó al hijo.
Listo, ahí tienes algo que hacer. Esto que te acabo de dar es un mapa del mundo, y quiero ver si puedes armarlo exactamente como es.
Y volvió a su periódico, sabiendo que aquello iba a mantener ocupado al niño por el resto del día. Quince minutos después, sin embargo, el jovencito volvió con el mapa.
¿Tu madre estuvo enseñándote geografía? —preguntó el padre,aturdido.
No sé qué cosa es eso —respondió el niño. —Sucede que, del otro lado de la hoja, estaba el retrato de un hombre. Y, una vez que logré reconstruir al hombre, el mundo también quedó reconstruído.