Cómo soltarse de todo aquello que nos quita energía y bienestar.
Walter Riso
Parte Segunda
Si consideras que algo o alguien es indispensable para tu felicidad, tienes un grave problema: estás a la sombra de un amo. Y no me refiero al aire que respiras, la comida que te alimenta o el sueño que te repone, sino a muchas necesidades de las cuales podrías prescindir sin que tu supervivencia emocional y psicológica se viera afectada de alguna manera. No importa la fuente del apego, llámese fama, poder, belleza, autoridad, aprobación social, internet, juego, moda o pareja, la adicción psicológica hará que tu existencia sea cada día más insalubre: te arrodillarás ante ella, le rendirás pleitesía y vivirá en el filo de la navaja por miedo a perderla. Establecer una relación dependiente significa entregar el alma a cambio de obtener placer, seguridad o un dudoso sentido de autorrealización.
Considero fundamental aprender a dejar y soltar las cosas, a desapegarnos de personas tóxicas que nos rodean, o tal no sean tóxicas, pero nosotros con nuestras dependencias las transformamos en tóxicas para nosotros.
Otro lado contrario es ser un “estreñido emocional”, ese ser ermitaño que no se relaciona con nadie por miedo a depender o apegarse, pero para mí, eso es otra forma de depender de algo, es depender de la protección que te da la soledad.
Creo en un punto medio, en un equilibrio sano, el saber estar solo cuando lo necesitas o quieras y disfrutar de ello, a la vez que estar con alguien sin necesitarlo pero sí porque lo eliges. Una sana autoestima no es egoísmo, ni egolatría, ni narcisismo.
Cuanto más autoestima tiene una persona, más humilde es.
Al igual sucede con los amigos, con la familia, con la necesidad imperiosa de no sentirse solo, de estar conectado constantemente a las redes sociales, estar enganchado al móvil, hay miles de formas de apegos y todos ellos negativos para nosotros por la ansiedad que nos crea.
Hay personas que se enraizan en un bucle sin salida en la que muchos creen no estar apegados pero en cambio no dejan de hacer cosas para ver la reacción del otro. Un ejemplo es alguien que lo deja con su ex y constantemente sube fotos de su nueva vida, de lo bien que le va, de las marchas que disfruta…
Pero realmente en su fuero interno no está disfrutando de nada que está haciendo, únicamente lo está haciendo para poder subir esas fotos para que su ex pareja vea cómo disfruta, posiblemente para provocar una reacción en la otra persona.
Primero esto es dependencia total y absoluta. En segundo se torna en un comportamiento esquizoide.
– Te recomiendo la lectura de “Desapegarse sin anestesia”, pero ya. Todos tenemos algo de lo que “desapegarnos”.
Me gusta: la vuelta de tuerca que se le da al concepto de la dependencia emocional y los apegos, las diferentes lecciones y ejemplos, así como comprender que los apegos pueden ser en cualquier ámbito y a cualquier cosa/persona.
Lo mejor del libro: la visceralidad y forma directa de escribir, sin rodeos, directo al dolor. Los apartados de epílogo (con las grandes lecciones) y el apéndice (con los diferentes grandes tipos de apegos) son formidables.
Libro: "Desapegarse sin anestesia"
de: Walter Riso
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