porque se nos hizo tarde.
A comer un sándwich porque no da tiempo para almorzar.
A salir del trabajo porque ya es la noche.
A dormir en el autobús porque estamos cansados.
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.
Nos acostumbramos a esperar el día entero
y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir".
"A ver cuando nos vemos" "La semana que viene nos juntamos".
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.
Si el cine esta lleno nos sentamos en la primera fila
y torcemos un poco el cuello.
Si el trabajo esta complicado, nos consolamos pensando
en el fin de semana.
Y si el fin de semana no hay mucho que hacer,
o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano
y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.
Nos acostumbramos a ahorrar vida.
Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada,
por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir....