
Y te digo que de ti ya me he olvidado que me olvidé de la vida, que me olvidé de vivir olvidé la sencillez de los días a tu lado olvidé como se siente el mirarte sonreír.
Y el regocijo que esbozaba en mi ser tus suaves manos y el deseo que inspirase la agonía de tu adiós olvidé todo a detalle, sin temor a recordarlo y que me olvidé del tiempo, que me olvidé de ti
Olvidé que me tocaste esa tarde de verano y esa noche en luna llena, ya no el recuerdo bien hoy sabe a desastre, tus impávidas jornadas de besarme a mano fuerte, ya no las recuerdo bien. Ya no recuerdo tus besos; ni el sonido de tu vientre cuando tratas de sentirme con penumbra en tu memoria.


|