PACÍFICOS
Es pacífico sólo el que consigue, incluso a costa de vencerse a sí
mismo y de superar los propios prejuicios, alabar al otro.
Es pacífico el que está dispuesto a
reconocer las razones de su adversario.
Somos pacíficos si no interpretamos
los comportamientos y los esfuerzos
de los demás con criterios superficiales.
Servimos a la causa de la paz si nos
comprometemos no sólo por la causa
de nuestra libertad sino también por la de los otros.
Servimos a la causa de la paz si aprendemos
poco a poco a no percibir
sólo la injusticia de la que nosotros somos
víctimas, sino también la
injusticia de la que son víctimas otros.
Somos pacíficos si cumplimos
cada día pequeños actos de virtud:
ser amable con quienes se tiene poder,
no inclinarse ante quienes
son más fuertes, no considerarse demasiado importante
ni creerse insustituible.
Autor: Karl Rahner