Marea de mi corazón déjame ir en las ligustrinas como un insecto o como la misma ligustrina en el rumor en el rasante vuelo de las golondrinas alrededor de los aleros en la música minimal donde se hunde mi vecino mientras tapiza con golpecitos los respaldos de las sillas en el sol rasgado por la brisa no ser lo otro lo que mira. Desligarme del ser hacia aquel estar mayestático de la dicha. Alfombra de orquídeas diminutas sobre el pasto florecen antes que la máquina cortadora de césped las arrase ¿aprendieron? Corolas violáceas enjoyadas que emergen en cinco días de sus tallos aprendieron la brevedad? de la vida sin ser lo otro que del origen nos aparta
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