Se fue un año más.
Al final del año es conveniente hacer un
balance de los 365 días, para ver qué se
hizo con ese año de vida. Conviene también
saldar todas las deudas que se tiene con Dios
y con los demás.
Quiero asomarme a la ventana de mi casa
y mirar hacia atrás, hacia ese largo camino
que he recorrido durante todo el año.
Si algo puedo ver, es que cada día de ese
año transcurrido estuvo lleno del amor de Dios
. Estoy en deuda con Él, por eso mi primera
palabra al final del año es: