Trato de olvidar sin temor,
pero la tragedia del querer sin corresponder es atroz,
elevo una plegaria sin vos que en el mar del olvido
naufraga y pierde su valor.
Arranco de raíz el recuerdo de aquel pesar en mi corazón
y dedico mis días a pasear por las brumas del rencor,
atizo el sentimiento de enajenación
y mi ruin destino es el adiós.
Ocultarme es mi decisión,
exonerarte de la culpa mi perdón.
Ya no puedo enviar las palomas de tinta,
en cambio te escribo este triste verso que colinda.
Fuiste mi refugio y tesón,
ahora serás mi consuelo en la partida a un lugar mejor.
Solo resta pedirte una vez más el perdón,
mis actos no fueron de lo mejor,
pero el quererte no fue un error,
mi sinceridad fue un rio seco con rocas de desesperación.
Al final creo que has sido de lo mejor
en mi mundo que ahora se deshace sin compasión a
nte el súbito final de la aventura que éramos tú y yo.