No quise dormir sin sueños: y elegí la ilusión que me despierta, el horizonte que me espera, el proyecto que me llena, y no la vida vacía de quien no busca nada, ... de quien no desea nada más que sobrevivir cada día. No quise huir: y elegí mirar de frente, levantar la cabeza, y enfrentarme a los miedos y fantasmas porque no por darme la vuelta volarían. Elegí los sueños para decorarla, la esperanza para sostenerla, la valentía para afrontarla. No quise vivir muriendo: y elegí la vida. Así podré sonreír cuando llegue la muerte,