Duró poco, pero no fue un amor pasajero. Duró el tiempo suficiente para hacerse eterno en mis recuerdos, en mis fantasías, en mis noches de soledad; duró lo que duran los mejores sueños... que cuando estás en la mejor parte se interrumpen y despiertas queriendo
conservarlos en la memoria, en la piel,
en la vida. Fue tan intenso y real, fue tan verdadero y tan sublime que puedo decir con seguridad que lo conservaré por siempre. Lo conservaré en mensajes, en miradas,