Queridas amiga: dejen correr el tiempo que no cura pero suaviza el dolor. No hay peor dolor que la pérdida de un hijo que estaba en la plenitud de su vida y nosotros los padres ya en el ocaso. Creo que la fe mueve montañas y que Dios es sabio y sabe el motivo por el cual suceden las cosas. Esto que les digo es por lo que estay pasando. Me dijeron tienes muchos motivos por los que debes luchar y aquí estoy. Firme para los demás aunque este desgarrada por dentro. Asi que arriba amigas y apoyemosnos todas para seguir adelante. Dios las bendiga y un beso enorme para ambas. Graciela