Navegante hay camino. Se hace claro al amar. La paz no llora amarguras ni a nadie quiere golpear. La alegría se hace música desde el fondo de la mar. El canto de la vida invita a navegar. El poeta no se queja ni convoca a llorar más; es un navegante enamorado del mar. La luz no dice tristezas sólo sabe iluminar. No distancia la unidad, ni separa la verdad. Navegante, hay camino. Se hace camino al amar. La vida late contenta desde el lucero al mar. Navegante hay camino. Se hace claro al amar.
– Enrique Mariscal- del libro “El arte de navegar por la vida”