Al caminar por la vida
decidí hacerlo con los pies descalzos
porque las piedras en el sendero
hacen que atiendas todos los detalles al paso.
Al caminar por la vida
no lleve zapatos,
preferí ir caminando suavemente
atravesando campos verdes
con mucha esperanza
de no toparme con espinas.
Al caminar por la vida
omití los caminos cortos,
elegí los caminos largos
por que ellos enseñan
que la persistencia
es la mejor amiga
de las victorias.
Al caminar por la vida
encontré muchos obstáculos,
muchos de ellos se hacían llamar “amigos”,
pero luego comprendí
que a pesar de retrasar mi camino
me enseñaron a saber confiar en mí mismo.
Al caminar por la vida
sólo debes llevar contigo
el amanecer de un nuevo día,
éste será tu mejor compañía
para emprender todo lo que decidas
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