La culpa no es del mundo. La culpa no es del otro. La culpa no es suya.Pero está en sus manos para convertir lo que le está molestando. Está en sus manos para encontrar recursos que lo pueden llevar desde la tristeza, el desánimo, la depresión.
Lo que buscan ayuda, vaya al médico, tomar medicamentos. Ores, meditar, liberó a su manera de Dios. Ejecutar, en bicicleta, nadar. Se aprende un nuevo idioma o toma el cuidado de un jardín. Viaja o se prepara la receta que afrodisíaco internet.
Pero a entender que no se puede señalar con el dedo en la cara de nadie ni decir que es lamentable fallo de uno u otro.
Fabiola Simões