Vive en mí el grito irreverente del más agobiante Silencio Silencio que ha palpado cada hebra del hilo que zurce mis sentimientos Silencio que perturba los oídos y ojos de aquellos que procuran descifrar lo ajeno ¿Cómo es posible que la inquietud le otorgue un peso inmenso al Silencio? Silencio que carcome, arrebata y cercena de versos Silencio que aturde y atropella todo aquello que entregaría sin reservas Mi policromía acabo convirtiéndose en blanco y negro gracias al Silencio Silencio triste, desesperador y asfixiante negándome mis derechos Silencio tácito, sustantivo y recalcitrante que desborona mi alma Ruego saber, suplico conocer en qué momento me hice esclavo del Silencio Silencio que como camisa de fuerza me abraza hasta rendirme a su merced Silencio por los apegos, por lo complejo, por lo débil, por lo que dirán.
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