Dicen que en la vida,
todo y todos tienen un precio,
incluso cada momento de aprecio
tiene un valor predispuesto.
Pero mi corazón apasionado
y mi alma enamorada
no están en oferta.
No me ofendas con billetes
ofreciéndome sin decoro.
Lo que más ansío
es tu corazón de oro.
No corras una carrera
sólo para llegar a la meta,
disfruta del camino
cuando estoy contigo.
En este mundo tan grande,
todo tenemos un sueño
y queremos de algo ser dueño.
Mira hacia atrás y entenderás
que es bonito compartir
el amor que das
sin esperar a recibir
un poco más.
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