Madre mía,
tu silencio me confunde, me aturde
Te pido una palabra
que tienda a mi alma el saber
La palabra de oro
que despierte y encienda mis pensamientos
que aleje el misterio
Necesito sentirlas
aquellas que divulgan la verdad, los sentimientos
Esas que reclaman, que agradecen
Palabras que marcan y desarman el alma
O tan solo las que
pintan una sonrisa a la vida
que confunde o ahuyentan las heridas.
Deseo oirte, madre,
en la melodía de tus palabras
que cargan, pesan, arrastran
una historia, un recuerda
Si!!! son las que abarcan
y me cubren con su manto protector.
Todas esas, madre, bordadas y cantadas
con sinceridad, amor y dedicación.
Tienen poder, valor, consideración
porque nacen del alma
y permanecen siendo inolvidables.