Robarte el corazón
Me duele, me duele hasta los huesos este sentimiento, por eso te escribo esta carta. Te quiero, no te amo, sólo te quiero, de una manera pura y sincera donde no me hace falta más que las palabras para poder decírtelo.
Cada día, me levanto y doy un paso, pensando en que este es el día, es mi día. Y ahí te veo, mi corazón se acelera rápidamente pero el tuyo palpita en su ritmo normal sin saber que el mío pide a gritos ser amado por el tuyo, ser querido.
Las nubes se vuelven grises y el sol se vuelve piedra, ahí, en ese momento, tú ríes, tú sonríes y me miras porque volteaste gracias a las brisas que regala el viento, y el sol aparece de nuevo quemando mis mejillas, ardiendo como fuego.
Te escribo mil poemas, mil palabras, pero ninguna sale de mis labios porque tengo miedo de que tú tengas un cierre y no me digas más que un suspiro, vacío, un suspiro sin calma.
Me preguntó qué pasaría si robara tu corazón, pero sé que no se puede, no soy el mejor ladrón, nunca lo he sido porque respeto lo que cada quien tiene y lo que cada quien siente, pero si tú abrieras el tuyo, sería el mejor ladrón de todos, robaría mil sonrisas tuyas todos los días, te robaría la risa más perfecta y melódica que existe, te robaría mil besos, mil caricias, sólo que yo no sé robar, no se ganar, me estoy perdiendo en un mar sin fondo, un pozo sin fondo.
Te miro a ti y a tu dulce inocencia, preguntándome donde quedo yo y este sentimiento, porque mi amor por ti no tiene nada, nada más que quererte, sólo eso, déjame decirte que cada palabra escrita aquí es verdad, es sincera y amor, nunca llegaré tan lejos como para verte y decirte que te amo, pero sí para verte sonreír, déjame volar contigo y jamás, por nada de este marchito mundo, te dejaré caer.
|