Translucida a una luna que no llega a mis huesos
Al vacío de la noche y del tal vez
Vaga y deambulante de un corazón de niño
Puesto en baja por una manada de lobos
Que petrifican el más grande miedo
De volverme suspiro en un cuerpo que solo es humano
Digno de conocer el pánico, el dolor, la felicidad
De soltar y retener
De tener una madre y no volverá a ver
De la mano de un hermano y la seguridad de un hogar
Al miedo del fuego de la calle
De las sombras y la alerta de un corazón espantado
Adolorido realmente desesperado
cual procaz señuelo de fé se vuelve anzuelo de pez,
En un naufragio que a gritos se lleva el tiempo
Y regreso a casa
piel en polvos de aquel cuento que tan solo éramos un cuerpo humano;
Soportar es de héroes, sentir es de personas
Sin telones, sentir es de personas.