Estoy de paso...
En ocasiones, me cruzo con la ira…, y ella porfía con tomarme el brazo,
pero le digo: “¡No puedo irme contigo… tratá de comprender…estoy de paso…”.
Otras veces la duda me visita intentando enredarme
en su fracaso, y de la misma forma me disculpo:
“Perdoname, pero… estoy de paso.”
Algunos días es la intolerancia quien trata de envolverme
con su abrazo, pero también me niego a recibirla:
tendrá que dispensarme…estoy de paso.
Y hay circunstancias en que el sufrimiento es el que trata
de llenar mi vaso, más sé de su carácter ilusorio
y no le doy cabida…estoy de paso.
Incluso cuando arriban los temores -esos que asustan siempre
por si acaso, con su caterva de preocupaciones!-
tampoco los atiendo…estoy de paso.
No quiero demorarme en pequeñeces…
¡Cada minuto es un tesoro escaso,
que se va entre los dedos como el viento!
Y como el viento...¡también yo estoy de paso…!
Jorge Oyhanarte
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