El Viaje
Comencé mi viaje un día
Contemplando una noche cálida,
La luz de tus ojos fue mi guía
Y el camino lo indicó tu mirada.
Me introduje en el laberinto de tus pensamientos
Intenté llegar al fondo de tu alma,
“Seguí derecho” me dijo tu aliento
Pero me detuve en la estructura de tu espalda.
Indagué por los rincones de tu pelo
Y llegando a tu nariz vi bajada,
Tus mejillas parecían terciopelo
Que a la muralla de tu boca me llevaban.
Recorrí los desniveles de tu pecho
Y llegar hasta tu ombligo fue una hazaña,
El camino que seguía se iba haciendo estrecho
Y detrás de la gran selva me choqué con tu montaña.
Entonces trepé por la inmensidad de tu sexo
Y al llegar a la cima me sentí muy cansada,
Caminé por tus brazos buscando un lecho
Y me quedó dormida sobre tu piel sudada.
El tiempo pasó y yo continué viajando,
Transité tus rutas por fuera y por dentro,
Pero en ese viaje algo estaba fallando
Porque ninguna ruta desembocaba en el “centro”.
Ahí me di cuenta hacia donde marchaba,
Mi objetivo era conquistar un desierto,
Tu corazón tenía colgado el cartel de “llegada”
Pero por más que remé y remé... nunca llegué a ese puerto.
(Cecilia Fernández)