Mis amores:
El jueves 14 de julio
va a hacer un mes desde que partió mi esposo Antonio.
Todavía no puedo
creer lo que pasó… Dos días después de su partida, mi hija Viviana
me llevó a Córdoba
Capital donde residen mis nietas que están en la Universidad: todo fue tan
rápido que ellas no
pudieron venir, querían verme, yo no quería viajar pero mi hija me
convenció, así que
estuve una semana allí y con ellas todo fue como un sueño, no logré
captar lo que había
sucedido… Disfruté su presencia pero al volver todo fue terrible: encontrarme
en mi departamento, a
pesar de que estaban mis hijos y nietos, fue angustiante, querían quedarse
pero no los dejé…
Creo que deseaba estar sola para hablar con él… He vivido una experiencia muy
traumática: hablaba
con él como si estuviera allí, creo que estaba… Le pedí que me cuidara… No
quiero comprender por
qué Antonio pedía morirse todas las noches… Sufría mucho… Estaba muy
deprimido hacía
muchos años… Y con el correr del tiempo su crisis empeoró… Me dice el
psiquiatra (que
también lo atendía) que él preparó su partida…Estoy viviendo una etapa muy
triste, como se
imaginarán… pero vuelvo porque las/os necesito!!! Me cuesta mucho elaborar este
duelo… no puedo
comprender todo esto… pero confío en que Dios y Su Madre Santísima van a
ayudarme… se los pido
siempre!!!
¡¡¡Las/os amo
mucho!!! ¡¡¡Muchas gracias por vuestras palabras de consuelo!!!
Aquí estoy ahora con
ustedes…
¡¡¡Un abrazo muy grande mis amores!!!
Graciela